viernes, 15 de octubre de 2010

1939/1940. EL NACIMIENTO DE UN REGIMIENTO DE CARROS

El 1 de septiembre de 1939 el "Ejército de la Victoria" fue reorganizado para adaptarse a la paz. Paradojas del destino: ese mismo día daba comienzo la mayor contienda de la historia, la Segunda Guerra Mundial, y aunque España no participó activamente en tal conflicto la citada reorganización quedó parcialmente en suspenso hasta que llegaron tiempos mejores.
Los Ejércitos (E) y Cuerpos de Ejército (CE) vencedores se transformaron en las 8 Capitanías Generales de la Península, recreadas ahora tras su supresión por la República, contando cada una de ellas con un Cuerpo de Ejército; en el Protectorado Español en el Norte de Africa se constituyó un Ejército con dos Cuerpos de Ejército.



Impresionante aspecto del campo de Escuelas Prácticas de Ripollet, donde podemos contemplar nueve UNL-35 y cuatro T-26B, uno de ellos sin el arma principal.
Aquellas Unidades fueron dotadas con los fogueados combatientes y con los probados materiales de la pasada guerra, tanto de uno como de otro bando. Por lo que se refiere al material, eficaz y moderno, hasta los primeros años de la 2ª Guerra Mundial, los años de combate y las diversas procedencias, hacían necesaria su revisión y puesta a punto.

Aspecto de una clase del curso de carros de combate y blindados desarrollado en Barcelona.

Con este panorama general, la recreación de nuevas unidades mecanizadas, en España suponía un reto impresionante, sobre todo teniendo en cuenta los años perdidos antes de la guerra, donde la Reforma de Azaña apenas si había iniciado la motorización. El caso más amplio de reorganización de las grandes unidades, tipo División o CE, es lo suficientemente atractivo como para otro trabajo.

Las clases vespertinas eran eminentemente prácticas.

Con los 651 Carros de Combate y Autoametralladoras disponibles al final de la guerra, procedentes de la Agrupación de Carros de Combate del Ejército Nacional y de "recuperación", se crearon 4 Regimientos de Carros de Combate (nº 1 en Madrid, nº 2 en Sevilla, nº 3 en Valladolid y nº 4 en Estella-Pamplona), 10 Grupos de Exploración y Exploteción de Caballería, y un Escuadrón de Autoametralladoras en Ifni. También se mecanizaron varios Regimientos de la División de Caballería Penínsular y de la Brigada Mixta de Caballería de Marruecos.

Como ejemplo de lo que supuso todo ello veamos el caso del Cuerpo de Ejército de Urgel, es decir, el de la Capitanía de la Cuarta Región Militar con cabecera en Barcelona. Su Regimiento de Carros surgió del 2º Batallón de la Agrupación de Carros de Combate, y el resto de sus unidades, fundamentalmente, de las Tropas del Ejército de Levante y del CE de Urgel (y Divisiones 15, 50, 73 y 75).

Dos instantaneas que muestran el proceso de carga de un T-26B sobre la plataforma de un camión portacarros.

Una vez reconstruidos por el Servicio de Parques y Talleres de Automovilismo de la Región los carros de combate y carrocetas que constituían la totalidad de las plantillas del Regimiento de Carros nº 3, Escuadrón de Autoametralladoras y Batallón Ciclista, el Capitán General dispuso que, antes de ser entregado dicho material a los cuerpos respectivos, se organizase un Curso de Conductores de Carro y Blindado con la doble finalidad de formar a dichos conductores y someter el material reconstruido a las pruebas necesarias para garantizar su normal funcionamiento.
Carro T-26B durante las pruebas, pasando un obstáculo de la pista.

Hay que tener en cuenta que la plantilla del Regimiento de Carros, a dos batallones era:

31 Carros ligeros Panzer I. Modelos A y B (alemanes). En 1943, contaría con Carros Fiat L-3

31 Camiones portacarros y seis remolques de igual clase.

27 Carros Medios T-26 (rusos).

27 Camiones pesados portacarros

7 Motos

32 Coches diversos y 12 aljibes.

3 Camiones ligeros.

4 Autocarretas.

Carros ligeros Panzer IA en la pista

Y la del Escuadrón de Caballería, en resumen, la siguiente:

12 Autoametralladoras Unión Naval de Levante UNL-35 (4 por sección).

3 Coches ligeros.

2 Camiones.

8 Motos.

El personal de tropa asistente al Curso fue el siguiente:

Regimiento de Carros.................................................90

Regimiento de Caballería............................................24

Batallón Ciclista.........................................................24

Grupo de Automóviles..................................................7

TOTAL.....................................................................145

Volviendo al curso, la duración fue de 30 días. Dió comienzo el día 20 de agosto de 1940 y terminó el 20 de septiembre, desarrollandose en dos fases, una teórica en el Cuartel del Grupo de Automovilismo, de 15 días de duración, y otra práctica de otros tantos días en el Campo de Escuelas Prácticas de Ripollet.

La fase teórica consistió en una serie de conferencias explicadas sobre la pizarra, por la mañana, y sobre los distintos órganos del vehiculo, por la tarde.

Enemigos en la guerra y compañeros en la paz. Dos carros; dos origenes; dos concepciones. Ambos constituyeron la espina dorsal de las unidades acorazadas españolas en la postguerra.

Las clases de la tarde fueron eminentemente prácticas. Existían en la clase cuatro motores completamente desmontados y otros muchos órganos con cortes adecuados para que el ojo del alumno pudiese llegar a los lugares más escondidos de los mismos. En esta clase se distribuían los alumnos por grupos alrededor de varios mecánicos de la Sección de Talleres que, sobre las piezas, insistían en las explicaciones dadas por la mañana, permitiéndose a los alumnos manipular sobre los mecanismos y cambiar impresiones entre sí. Otros días la clase era sobre el carro o blindado parado.
Se distribuyó entre los alumnos el folleto de "Investigación de averías".
Para la fase práctica se alojaron los alumnos en la fábrica de Martinet del Campo, de la Escuela Práctica de Moncada-Ripollet.
Los carros reconstruidos y reparados al finalizar la guerra, dieron un resultado excelente en el campo y en la pista de obstáculos. Aún les quedaban quince largos años hasta la sustitución por material americano.
Se dividió el personal en grupos con un instructor en cada uno de ellos. Antes de darles el mando del carro, el personal de los distintos grupos pasó por un carro-escuela.
Se construyó una pista de obstaculos artificiales, se habilitó una amplia explanada para cambios de formación y se dispuso también un "elemento de resistencia" (posición "erizo" para una compañia en trincheras) con alambrada, para entrenar al personal en el despliegue y asalto a una posición.

Por las tardes, con objeto de restringir el consumo de gasolina se dieron clases técnicas y se procedió a repostar y limpiar los carros. Esta escasez de gasolina no permitió a los alumnos practicar en la conducción del carro todo el tiempo que hubiera sido conveniente, por lo que debió de ser necesario completar en el Regimiento de Carros la formación práctica de los mismos.
El Capitán General de Cataluña asistió a la clausura del curso, desarrollándose ante él una demostración práctica.

El Exmo. Sr. Capitán General de esta región honró con su presencia la clausura de este cursillo, desarrollándose ante él una demostración práctica.

En cuanto a las pruebas realizadas con el material se anotaron diariamente las reparaciones efectuadas por el Taller Móvil de este Grupo que se destacó a Ripollet, remitiéndose relación de las mismas a Parques y Talleres con un gráfico demostrativo de las averías más corrientes, con objeto de que en los carros que estaban todavía en reconstrucción se subsanasen las pequeñas deficiencias observadas.



Es digna de admiración la metodología y los conocimientos que se desprenden del programa del curso. No falta nada de los que hoy consideramos la última palabra en enseñanza, salvando los simuladores: Enseñanza intensiva, grupos reducidos, monitores, material de enseñanza seccionado, guías de bolsillo de investigación de averías, clases prácticas, carro-escuela, pista de obstáculos, instrucción y tema táctico, etc.. Y lo mismo puede decirse de la capacidad técnica del Parque y Talleres Regional, pues en unos pocos meses, desde comienzos de aquel año 1940, se constituyeron a sí mismos; partiendo de las Bases Móviles y Escalones de Mantenimiento de la pasada guerra, y repararon (y a veces reconstruyeron) todo aquel material de combate y transporte. Todo un ejemplo de eficacia.

Articulo editado en el nº 1 de la Revista Española de Historia Militar.

Autor José M. Manrique

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